Toldos vegetales: La nueva sensación en la gestión solar urbana
Los toldos vegetales se han convertido recientemente en la última novedad en el mundo de la gestión solar. Unos dispositivos que permiten reducir notablemente la temperatura de las calles y terrazas donde se ubican y que, además, reducen la huella de carbono. Esta es una nueva solución innovadora que puede tener gran éxito frente a los grandes retos actuales.
Y es que, frente a la evidencia de que cada vez alcanzaremos temperaturas más elevadas durante los meses de verano, resulta una necesidad tener alternativas que hagan que este hecho no afecte demasiado a nuestro día a día. La solución ha sido idear un toldo especial hecho con materiales vegetales y cubierto de plantas.
Pero, ¿cómo funcionan estos sistemas?
Estudio previo y anclajes reforzados
Al añadir plantas y una pequeña cantidad de sustrato al toldo, es evidente que el peso de estos es normalmente elevado. Para garantizar la sujeción de estos dispositivos el primer paso es analizar las fachadas en las que se sustentará el toldo. Adicionalmente a esto, se diseñan los anclajes específicamente para cada dispositivo para que resulte seguro y acorde a todos los requisitos estructurales y normativos.
Ventajas de los toldos vegetales
Los toldos vegetales presentan una serie de ventajas que resultan muy beneficiosas tanto si la ubicación final de estos dispositivos es la propia vía urbana como si es una terraza o jardín particular.
Reducir la temperatura es uno de los objetivos principales que presentan estos dispositivos. En un panorama donde todo parece indicar que va a hacer cada vez más calor, regular la temperatura de nuestros espacios exteriores cobra especial importancia.
Además, como cualquier zona verde, ayuda a reducir la huella de carbono. Los vegetales ubicados en el toldo absorben gases contaminantes y mejoran la calidad del aire.
¿Cómo se mantiene el buen estado de los vegetales?
Los toldos están diseñados para conseguir una evacuación de agua perfecta y equilibrada por uno de sus extremos. De esta forma se evitan goteras indiscriminadas y cualquier inconveniente que el fluido pueda causar. El riego se produce a través de un sistema de tubos que dosifican la cantidad necesaria en la parte más alta del toldo. La gravedad es la que hace el resto del trabajo. El agua va descendiendo en sentido descendente de forma que cuando llegue a la parte inferior el agua excedente sea prácticamente ninguna.
¿Crees que este tipo de toldos ayudarán a crear una ciudad más sostenible y confortable?
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